En el corazón de la llamada "España Vaciada", la aldea de Moreiras de Xinzo, en Galicia, se encuentra en una paradoja frustrante en pleno año 2025. Un grupo de jóvenes, que ha decidido apostar por el rural para vivir y desarrollar sus proyectos profesionales, se ve frenado por una carencia tan básica como fundamental en la era digital: una conexión a internet digna. La fibra óptica, para ellos, sigue siendo ciencia ficción.
"Vivimos en Moreiras de Xinzo, una de tantas zonas de la llamada 'España vaciada', pero con una diferencia: aquí hay vida joven, proyectos, talento... y cero megas", denuncian los afectados. La situación es crítica para quienes dependen de la conectividad para su sustento: "Somos teletrabajadores, autónomos, emprendedores digitales. Pero no tenemos las condiciones mínimas para desarrollar nuestras actividades profesionales. No podemos trabajar con conexiones lentas, inestables o inexistentes", claman.
Un año de promesas y burocracia sin soluciones
A lo largo del último año, los vecinos han realizado gestiones incansables para encontrar una solución. Han contactado con el Concello de Xinzo de Limia, las principales compañías telefónicas y la administración estatal. El resultado ha sido una suma de frustraciones: "Promesas vagas, respuestas burocráticas y ninguna solución real", lamentan.
La paciencia se agota, pero no la voluntad de permanecer en su tierra. "Queremos vivir aquí, generar valor desde aquí, quedarnos aquí. Pero necesitamos que nos conecten al presente", es su contundente mensaje.
Su petición es clara: si el futuro es digital, no puede estar reservado únicamente para quienes residen en las grandes ciudades. La brecha digital en el rural no solo es una cuestión de desigualdad, sino una barrera directa para el desarrollo económico y social de estas comunidades.